Tras una comida de fiesta, se siente hinchado, repleto. ¡Tiene la sensación de haber engordado! Además, si está haciendo régimen, se siente culpable y no sabe como «compensar» estos «excesos».
No se culpabilice, aunque esté haciendo un régimen para adelgazar
Las comidas de fiesta forman parte de la vida social y levantan la moral.
Olvide la idea de que para adelgazar hay que «apretarse el cinturón» todo el día y todos los días de la semana, sin darse nunca un gusto, privándose de toda vida social y de comer con los amigos o la familia...
En realidad, para adelgazar con inteligencia, sin sentir que «está a régimen», no debe imponerse prohibiciones absolutas, pues podría venirse abajo y entonces perderá el control.
Es decir, ni siquiera los alimentos más calóricos deberían estar prohibidos, simplemente limitados en cantidad o en frecuencia de consumo.
¿Cómo compensar los excesos calóricos?
Por supuesto, podemos disfrutar de un festín con platos gastronómicos, pero poco calóricos, y en ese caso no es necesaria ninguna «compensación».
No obstante, si una o más comidas en un día han sido demasiado grasas, con demasiada azúcar o demasiado alcohol) le aconsejamos que compense este día más calórico con una comida menos calórica al día siguiente.
Por ejemplo:
En el desayuno:
- una bebida sin azúcar: café, té, infusión, agua,
- una pieza de fruta o compota sin azúcar,
- uno o dos productos lácteos desnatados sin azúcar.
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