Recomendaciones generales:
- variar los alimentos: comer de todo en cantidades razonables,
- hacer 4 comidas al día: la merienda es muy importante,
- evitar picar entre horas: patatas fritas, chocolatinas...,
- evitar los excesos de alimentos grasos y azucarados: bebidas de cola, hamburguesas, piza, pasteles...
- practicar una actividad deportiva regular,
- corregir la alimentación, pero sin privarse de todo: conservar el placer de la mesa, de las comidas con amigos o familiares.
¿Cómo distribuir adecuadamente los alimentos?
- Si es posible, el desayuno debe ser una auténtica comida, que incluya de todo.
¿Qué alimentos incluir en el desayuno y por qué?
- una bebida: té o café ligeros, o 1 vaso de agua: para hidratar el cuerpo y eliminar las toxinas de la noche,
- pan con mantequilla, mermelada, miel, chocolate... para evitar los picos de cansancio a media mañana, mejorar la memoria...
- un producto lácteo: por ejemplo, leche o queso, para el calcio.
- una pieza de fruta, mejor fresca o en zumo, o si no cocida o en compota: aporta la vitamina C necesaria para el tono vital.
- la comida y la cena deben ser completas.
¿Qué alimentos incluir en la comida y en la cena y por qué?
- una verdura o fruta cruda, que aporte vitamina C y fibra...
- carne, pescado o huevos al menos en una de cada dos comidas: aportan las proteínas necesarias para los músculos y el esqueleto,
- un producto lácteo: leche, queso o derivados, que aporten el calcio necesario para los huesos, los dientes...
- alimentos feculentos o pan en cantidad suficiente: aportan energía para evitar el cansancio y el picoteo entre horas,
- verdura cocida, que aporta la fibra necesaria para el buen tránsito intestinal, las vitaminas, los minerales...
- materia grasa como aliño y en cantidad moderada: mantequilla o nata, porque aporta vitaminas A y D y aceite, para el aporte de ácidos grasos esenciales,
- agua (al menos 1 litro y medio a lo largo de todo el día) para hidratar el cuerpo, lo que mejora el estado físico...
|